Orígenes, Homilías sobre el Génesis XIII
Padres de la Iglesia
«También tú, si enciendes el candil, si recurres a la iluminación del Espíritu Santo y ves la luz en la luz, encontrarás la dracma en ti: ya que ha sido puesta en ti la imagen del Rey celestial.
Cuando Dios, al principio, hizo al hombre, lo hizo "a su imagen y semejanza", y puso esta imagen no en el exterior, sino dentro de él [...]. El Hijo de Dios es el pintor de esta imagen; y puesto que el pintor es tal y tan grande, su imagen puede ser oscurecida por la desidia. aunque no puede ser cancelada por la maldad. En efecto, la imagen de Dios permanece siempre, aunque le sobrepongas la imagen de lo terreno».
Orígenes, Homilías sobre el Génesis, XIII, 4.